Eficiencia Energética en parámetros constructivos

Cuando hablamos de eficiencia energética, nos hacemos una pregunta: ¿cómo saber si tu edificio o tu casa es eficiente desde el punto de vista energético?
En la eficiencia energética de los edificios y viviendas intervienen muchos factores, todos ellos relacionados con la energía y el confort que tenemos en ellas, como pueden ser la calefacción, el agua caliente sanitaria, ventilación, iluminación,… de tal manera que podemos decir que un edificio es eficiente cuando se encuentra dentro de unos parámetros conocidos como clasificación energética, parámetros que indican el nivel de eficiencia de la vivienda.
El fuerte impacto que tiene el sector de la construcción en España lleva a que el ahorro de energía en este sector sea uno de los principales retos a la hora de limitar las emisiones y la dependencia energética del exterior.
Como dato para concienciarnos, se precisa emitir un 50-85% menos de CO2 a la atmósfera antes de 2050, para limitar el aumento de la temperatura global media a «sólo» 2 -2,4ºC, según el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, IPCC. En ese sentido, el Cambio Climático, una vez que se ha constatado, obliga a que también la energía sea lo más sostenible posible para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, GEI. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la temperatura media de la superficie mundial ha aumentado 0,74º C desde el comienzo del siglo 20, y 0.18º C en los últimos 25 años. Un aumento en la temperatura media por encima de 2º C, significa que podrán darse más: sequías, huracanes, inundaciones, riadas, etc
La arquitectura bioclimática tiene como objetivo principal hacer un uso eficiente de la energía y de los recursos garantizando unas condiciones de confort y la sostenibilidad del medio ambiente. El estándar PassivHaus es un buen ejemplo de ello, cuyos edificios certificados consiguen reducir la demanda de calefacción y refrigeración a valores menores o iguales a 15kWh/m²año. Construir y rehabilitar edificios de manera que funcionen de forma autónoma, reduciendo su dependencia energética, es posible mediante la aplicación de medidas efectivas y una adecuada legislación que lo permita.
El objetivo de un edificio proyectado y construido con criterios bioclimáticos es el ahorro energético, pudiendo incluso llegar a ser autosuficiente energéticamente. En cualquier caso, un edificio cuyo diseño y construcción ha sido cuidado y regulado mediante técnicas bioclimáticas puede alcanzar un ahorro de energía convencional de hasta un 60% sin sobrecosto en el precio de la construcción y sin que suponga un condicionante estético que afecte a la imagen final del proyecto. Entre los aspectos inherentes al diseño sostenible hay que tener en cuenta la distribución de espacios, atendiendo a consideraciones bioclimáticas, de ahorro energético y funcional. Cabe destacar la importancia de una buena orientación con acristalamientos al sur, con paredes y suelos de alta inercia y estancias de poco uso al norte: garajes, despensas, etc
La orientación es un factor importante a la hora de proyectar un espacio, esto determinara la captación solar a través de las ventanas. En general, en vivienda interesa captar cuanta más energía mejor, ya que ayuda a reducir los consumos de calefacción en invierno. Durante el verano es necesario limitar dicha radiación mediante elementos de sombreamiento u otras técnicas para que no se dispare la demanda de refrigeración. En edificios destinados a oficinas es necesario buscar la configuración que garantice una buena iluminación natural pero que no dispare la demanda de refrigeración. Las principales orientaciones son las siguientes:
- Orientación norte: No da el sol nunca y hay la misma luz a lo largo del día, aunque escasa. Corresponde a la zona más fría de la casa.
- Orientación sur: En invierno por la inclinación de la tierra da el sol muchas horas a lo largo del día, mientras que en verano no da directamente a la fachada, sino por encima, de este modo la fachada de la vivienda no se sobrecalienta.
- Orientación este: Recibe la radiación de forma tangencial y oblicua en las primeras horas de la mañana.
- Orientación oeste: Las fachadas con esta orientación también reciben radiación de forma tangencial y oblicua pero en las últimas horas de la tarde. Como en estas últimas horas la temperatura ambiente es muy superior a la de las primeras horas, el efecto térmico es de sobrecalentamiento, especialmente en los meses de verano.
Pero, ¿sabemos cómo se calcula la eficiencia energética de un edificio?
A la hora de calcular la eficiencia energética de un edificio se debe tener en cuenta un indicador energético principal y varios complementarios.
El indicador energético principal que tendremos en cuenta para dicho cálculo vendrá dado por dos parámetros principalmente:
- Emisiones anuales de CO2, expresadas en kg por m2 de superficie útil del edificio.
- Energía primaria anual, en kWh por m2 de superficie útil del edificio.
Ahora bien, ¿qué podemos hacer para ayudar a la sostenibilidad y mejorar la eficiencia energética de nuestras viviendas?
1. Reducir la demanda energética
Mejorar el aislamiento de la vivienda; un adecuado aislamiento térmico de fachadas, cubiertas, techos… producirá una menor demanda de calefacción y aire acondicionado al evitar las pérdidas de frío y calor de la vivienda. Puedes leer nuestro articulo: Como mejorar el aislamiento de tu vivienda. También será importante utilizar carpinterías y vidrios adecuados para cada climatología. Puedes leer nuestro articulo: ¿PVC O ALUMINIO? ¡Renueva tus ventanas sin miedo!.
Utilizar sistemas de ventilación adecuados; es fundamental en una vivienda utilizar sistemas de ventilación adecuados que garanticen la calidad del aire interior. El uso de sistemas de ventilación inteligentes mejorará la eficiencia energética de nuestra vivienda.
2. Utilizar instalaciones con la máxima eficiencia energética.
Renovación de las instalaciones térmicas; sustituir los sistemas de calefacción y aire acondicionado por otros más eficientes como los sistemas que integran calderas de condensación, bomba de calor, etc.
3. Utilizar energías renovables
Utilizar energías renovables; el uso de energía solar térmica para la producción de agua caliente sanitaria o la utilización de sistemas de energía solar fotovoltaica para la generación de electricidad o sistemas como la geotermia o la aerotermia nos permitirán mejorar la eficiencia de los sistemas de climatización y al mismo tiempo reducir las emisiones de CO2. Puedes leer nuestro articulo: Aerotermia: climatización eficiente. La energía del futuro.
Introducir sistemas de medición y control; la utilización de aparatos de medición y control de los sistemas de climatización y ventilación tales como, termostatos digitales, sondas de calidad de aire, válvulas o repartidores de costes facilitarán un óptimo funcionamiento de las instalaciones que repercutirá, por tanto, en una mayor eficiencia adaptándose en todo momento al usuario