SATE: Sistema de aislamiento térmico exterior
La ineficiencia energética de las viviendas es un aspecto al cual nos afrontamos usualmente verano o invierno al tener pérdidas de calor en el interior de nuestros hogares. Sin embargo, ¿sabías que, al mejorar el aislamiento exterior de las fachadas de nuestras viviendas, la pérdida de energía se reduce un 57%? Si no lo sabías, aquí te contamos todo acerca del sistema SATE, una de las mejores opciones para aislamiento exterior.
¿Qué es el SATE?
Hablamos de un sistema de aislamiento térmico exterior que nació hace más de 40 años en el centro de Europa. Este consiste en colocar un material aislante, el cual se encuentra protegido por una capa de mortero y adherido a los muros exteriores de fachada de nuestra vivienda, de tal manera nos brinde mayor confort térmico al interior, y a la vez favorezca al ahorro energético y por ende un ahorro económico.
Un sistema eficiente tanto para obra nueva como para rehabilitación
Lo interesante de este sistema es que se puede aplicar tanto a obras nuevas como a rehabilitaciones y trae consigo varias ventajas en los dos casos.
En edificios nuevos reduce el costo energético desde un inicio y da como resultado unas fachadas estéticas con gran rendimiento; mientras que en rehabilitaciones mejora la estética, ahorro y funcionalidad las viviendas, sin reducir el espacio que tenemos al interior y sin interferir en nuestro diario vivir, dando como resultado una apariencia nueva.
Tipos de aislamiento SATE
Existe en el mercado distintos tipos de sistema SATE, los cuales se encuentran clasificados según el material que se utiliza en su instalación. Dentro de los más convencionales podemos encontrar:
- SATE de poliestireno expandido. Sirve tanto para aislamiento como para impermeabilización; es el más utilizado en este momento. Se cubre con mortero y luego un revestimiento final para darle un mejor acabado.
- SATE de poliestireno expandido de grafito. Este tipo de sistema es permeable y destaca entre otros materiales por su gran capacidad como aislante. Hoy en día es considerado como el sistema más eficiente en el mercado.
- Paneles de fibra de madera. Este tipo se destaca por su gran inercia térmica, lo cual ayuda a retener el calor y liberarlo durante el día. Además, regula la humedad y contribuye a evitar el efecto de pared frío.
- SATE de lana mineral. Tiene la ventaja de que la lana mineral es un aislante acústico por excelencia, por lo que es eficiente en ambientes con alta contaminación sonora. También es resistente a las altas temperaturas, por lo que se le considera un “cortafuegos”.
- Paneles de poliestireno extruido. Es un excelente aislante higroscópico y muy resistente a los impactos.
Grandes ventajas y un ambiente interior saludable
Como ya hemos venido mencionando, este sistema trae consigo grandes ventajas; entre las cuales podemos encontrar el aislamiento exterior continuo eliminando puentes térmicos, es de fácil mantenimiento, o más bien dicho, mínimo mantenimiento. Mientras aumenta el aislamiento térmico, también aumenta el aislamiento acústico y tiene una amplia gama de colores, texturas y acabados.
Además, nos brinda un ambiente interior saludable, ya que elimina la condensación que pueden llegar a producir los muros ante los cambios de temperaturas.
Doble ahorro
Con este sistema además de reducir las emisiones de dióxido de carbono (kg CO2/ m2 año), tu vivienda conseguirá una mejor calificación energética y verás cómo se reduce tu factura energética. Aislar térmicamente la fachada por el exterior genera un ahorro económico y energético, ya que se reducen las pérdidas de energía que se producen a través de la fachada del edificio. Por ende, gastando menos dinero en calefacción y refrigeración para nuestras viviendas.